La importancia de la Educación Infantil en el desarrollo de nuestras/os hijas e hijos

La infancia, especialmente los primeros años, es la etapa que más influencia tiene en nuestra vida. En ella se sientan las bases de lo que más adelante seremos como adultos y en ella adquirimos los valores y los principios que determinarán nuestra conducta, tanto en el plano individual como en el social.
En este período se realizan los primeros aprendizajes: el niño/a adquiere, desarrolla y ejercita competencias de tipo cognitivas, afectivas, sociales y motrices.
En la Educación Infantil se atiende al progresivo desarrollo afectivo a través de la construcción de nuevos vínculos y relaciones con las personas adultas y con los niños y las niñas de su edad; se facilita que elaboren una imagen positiva y equilibrada de sí mismos, así como que adquieran herramientas para desarrollar su autonomía personal.
Para todo ello, en estos primeros años es fundamental:
● Establecer rutinas que le den al niño/a la oportunidad de saber qué va a pasar y qué esperar, desde el nacimiento.
● Planificar y preparar con anticipación las actividades (preparar la ropa, la mochila… la noche anterior).
● Conforme va creciendo, dar al niño/a pequeñas responsabilidades de acuerdo a sus capacidades (ayudar a poner la mesa, recoger su ropa sucia y colocarla en el cesto…).
● Hay que mantener una actitud de ayuda, teniendo en cuenta que hacemos las cosas con el niño y no por el niño.
Para que esto sea posible, en Ikasbide utilizamos una metodología basada en la experimentación, en la manipulación, en el juego, en las vivencias de distintas experiencias, en salidas pedagógicas para acercarles su entorno más cercano, en el aprendizaje cooperativo y la convivencia y, por encima de todo, en la acogida y el acompañamiento a nuestros alumnos/as desde la proximidad, la sensibilidad, la disponibilidad y la afectividad.
Estamos hablando de un momento en el que el niño/a necesita del movimiento para poder pensar, o incluso, en momentos tempranos, la propia acción se identifica como pensamiento. Se trata de un periodo básico para el desarrollo de la personalidad, de la futura manera de pensar y actuar, por lo que parece evidente que la creación de un marco metodológico y pedagógico adecuado para que el movimiento pueda desarrollar el pensamiento, es vital.
Por esto, en Ikasbide trabajamos en la etapa de Educación Infantil la Práctica Psicomotriz Aucouturier, puesto que en ella se respira una libertad y una autonomía fundamental para el desarrollo emocional y cognitivo de nuestros alumnos/as.
Esta actividad es algo más que una simple aula donde los niños y niñas juegan con libertad y disfrutan del placer del movimiento. El dispositivo y las estrategias docentes utilizadas están diseñadas con la intención de encaminar a los niños y niñas hacia su desarrollo, y no sólo a su desarrollo físico, sino también y sobre todo, a su desarrollo cognitivo.
Tanto esta metodología como la que utilizamos en las aulas, abre una puerta que conduce hacia un espacio donde cada niño/a realmente puede aprender experimentando, jugando y, además, a su propio ritmo. Pueden relacionarse y actuar en función de su estado emocional.
Para nosotros, es fundamental tener claro la relevancia de la Educación Infantil en el desarrollo de nuestros alumnos/as, la educación que queremos como Centro y hacia dónde queremos que caminen a lo largo de su escolarización y a lo largo de su vida adulta.
"No es cierto que todo suceda después; la verdad es, al contrario, que todo sucede antes. El periodo más importante de la vida, en el que se establecen las bases sobre las que se construye la personalidad, la cultura y las habilidades del hombre y la mujer, es, con diferencia, el comprendido en los primeros meses y los primeros años de vida". Francesco Tonucci